El perfil de educador se caracteriza por:
- ser un punto de referencia constante en el ámbito afectivo y académico;
- tener una identidad firme y clara, reconociendo su origen y su destino;
- abierto, respetuoso y en constante formación humana y profesional;
- ser un testimonio de esperanza, cierto de un destino bueno para todos y todo;
- compañero y guía para el alumno en el camino del conocimiento al significado de la realidad;
- vivir una pertenencia activa con la comunidad educativa y sus ideales;
- ser un nexo entre escuela y familia;
- vivir con responsabilidad el trabajo, reconociéndolo como herramienta para su cumplimiento personal.